Hellín

El término municipal es frontera de Castilla la Mancha con la comunidad autónoma de Murcia.

La ciudad cuenta con unos 26.000 habitantes y el resto se reparten entre la pedanías de Isso, Agramón, Cancarix, Minateda, Agra, Cañada de Agra, Las Minas, Mingogil, Nava de Campaña, La Horca, Torre Uchea y Rincón del Moro.

Con 788 km2 y un censo de 30.427 habitantes, es el mayor municipio de la comarca Campos de Hellín.

Estructura económica

La economía de Hellín se sustenta sobre los tres sectores básicos: agricultura, industria y servicios.

El secano, con los cultivos leñosos de olivo, almendro y viñedo se desarrolla básicamente en la zona norte del término, dándose también los cereales. El regadío se desarrolla en las zonas regables, mitad sur, principalmente en las vegas de los ríos Mundo y Segura y la amplia red de canales que puso en riego extensas tierras del término. Se producen gran variedad de hortalizas y frutales, predominando entre estos el albaricoquero. La agricultura es la economía básica de las pedanías de Hellín, aunque también tiene un importante desarrollo en la ciudad.

La actividad industrial se concentra en la ciudad. Construcción, metalistería, textil, muebles, agroalimentarias y transportes, formas forman el grueso de la industria y la base del empleo local.

El sector servicios está fuertemente desarrollado, representado sobre todo por numerosos comercios con todo tipo de productos y establecimientos que van desde la pequeña tienda de barrio hasta las grandes superficies. Hay que tener presente que Hellín es la cabecera de una importante comarca natural al sur de la provincia de Albacete.

La hostelería ofrece una planta de mas de 400 camas, y son numerosos los restaurantes, bares y cafeterías los que ofrecen sus servicios.

Hellín cuenta con una amplia capacidad en terreno industrial para albergar empresas. El Polígono Industrial de San Rafael, al norte de la ciudad, está excelentemente comunicado: la N-301 , autovía A-30 de Albacete a Murcia, y la CM-412 de Almansa a Orcera. Tiene un total de 540.991 m2, de los que 352.842 son suelo industrial y el resto viales, zonas verdes y equipamiento social. En este polígono el Ayuntamiento de la ciudad ofrece interesantes incentivos para las empresas que deseen establecerse, como subvenciones al ICO, I.A.E, IBI, etc.

Cuenta además con el Polígono de la Losilla, en la carretera que une Hellín con Isso, y el ubicado en la pedanía de Agramón.

Servicios

Hellín cuenta con Hospital Comarcalambulatorio puesto de la Cruz Roja.

Servicio de correos, administración de Hacienda, Juzgados.

Estación de autobuses, estación de ferrocarril, parque de bomberos.

Puesto de la Guardia Civil, comisaría de policía.

En cuanto a servicios deportivos, posee un moderno estadio con campo de césped, pistas de atletismo de material sintético, pistas de tenis y piscina. Cuenta además con dos pabellones polideportivos y una piscina cubierta climatizada. Dos campos de fútbol más, uno de césped y otro de tierra, completan el equipamiento básico, amén de otras instalaciones en barrios y pedanías.

En el aspecto cultural, la Casa de la Cultura ubicada en el antiguo convento de las Clarisas, ofrece biblioteca, auditorio, instalaciones de la UNED, escuela de música, taller de cerámica, etc. La ciudad cuenta con una banda de música y numerosas bandas de cornetas y tambores. Servicio de especial relevancia es el Museo Comarcal, con importantes muestras de arqueología y etnografía, ubicado en un antiguo caserón de estilo modernista. Cuenta además con un anfiteatro ubicado en el parque municipal al aire libre, donde se realizan numerosos actos culturales en tiempo veraniego.

Fiestas

La principal celebración de Hellín, en la que toda la ciudad se vuelca y participa, es la Semana Santa, donde se da una perfecta e impresionante simbiosis entre la celebración profana y religiosa: el popular toque del tambor y los desfiles procesionales. La Semana Santa de Hellín no podría concebirse sin uno de estos dos elementos.

Las procesiones en Hellín, además del nutrido número de nazarenos que componen las mas de veinte cofradías existentes, ofrecen un patrimonio escultórico de primer orden. Federico Coullaut Valera, Víctor de los Ríos, Fernández Andes, el escultor local José Zamorano o Mariano Benlliure, que nos ha aportado una de sus obras cumbres: el Cristo Yacente, han dejado para la Semana Santa de Hellín una nutrida imaginería religiosa difícil de igualar.

La manifestación tamborilera es, posiblemente, una de las más impresionantes de España. Miles de personas llenan las calles al unísono con su tambor, en los días señalados por la tradición. Actores de un espectáculo tal de convivencia y sonido que ha merecido que la tamborada de Hellín sea declarada de Interés Turístico Nacional (la única de España).

La Feria y Fiestas de Hellín se celebra entre el último sábado de Septiembre y el primer domingo de Octubre. Numerosas atracciones para chicos y mayores se completan con un extenso programa de actos deportivos y culturales.

Para San Rafael, patrón de la ciudad, que se celebra el 24 de octubre, se combinan actos religiosas con una suelta de vaquillas que termina en la plaza de toros, para disfrute de atrevidos o simplemente espectadores.

La Historia de Hellín

Hace 200.000 años «los hombres primitivos» estuvieron asentados en el paraje llamado «La fuente», manantial de agua que se encuentra al norte de la ciudad de Hellín. Igualmente se han encontrado vestigios del Paleolítico y Neolítico en la Fuente de Isso, Pedernaloso, Arroyo de Agra…

En las cercanías de Minateda se localiza uno de los abrigos con pinturas rupestres más importantes del arte levantino, el «abrigo Grande de Minateda», ubicado en el lugar llamado Barranco de la Mortaja. Este abrigo, junto con los de Alpera, es uno de los más representativos yacimientos de esta representación artística, conteniendo un friso con más de trescientas figuras que representan escenas de caza, familiares, etc. Fue el Abate Breuil, el «padre de la Arqueología», el que en 1920 lo descubrió, junto con otros menores que se encuentran en los parajes llamados «Canalizo del Rayo» «La Higuera», estudiados posteriormente todos ellos por numerosos prehistoriadores.

Cerca de este lugar, el Tolmo de Minateda representa el asentamiento humano más importante de nuestro pasado. Iberos, romanos y visigodos dominaron sucesivamente este cerro amesetado, junto al Arroyo de Tobarra, situado en lo que fue un importante cruce de caminos, en un enclave estratégico de primer orden. Murallas de distinta época que defendían la entrada a la ciudadela, viviendas, aljibes, almazaras y recientemente la impresionante basílica visigoda puesta al descubierto, nos hablan de una vida social, económica y militar de extraordinario relieve. Es quizá el más importante enclave arqueológico del sureste español, uno de los futuros cinco parques arqueológicos de Castilla la Mancha. Algunos yacimientos existentes en la zona permiten fundamentar la influencia de las culturas griega y fenicia.

Según Argaiz y varios seguidores suyos, 500 años A.C. aproximadamente, fue fundado Hellín por los hebreos, y recibiría este nombre en recuerdo del sumo sacerdote Heli, tesis que forma parte más de una leyenda que de un hecho histórico. Según las tablas de Tolomeo y la Geografía General de Juan Bautista Carrasco, se conoce con el nombre de Ilunum una ciudad situada en la Bastetania, comarca de los Marsos que fué fundada por los romanos en el año 200 A.C. Ilunum debió ser el Tolmo de Minateda, que por todos los restos arqueológicos, pudo tener mucha importancia, desde donde se dirigió la operación romanizadora.

La villa de Hellín es una de las más importantes villas romanas que permaneció activa entre los siglos II y IV D.C., localizada al norte del actual casco urbano de la ciudad. Los mosaicos encontrados se pueden contemplar en el museo de Albacete, aunque el original se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid.

La historia visigoda en la región tiene un importante documento en «La Camareta», eremitorio situado junto al pantano de Camarillas. Este pueblo entró en la península en el 415 como federado de los romanos, para combatir a los invasores bárbaros. Hellín en estos momentos no se conocía como Ilunum, sino como Ello, y debió de adquirir importancia por la creación del obispado de Ello.

Tras la conquista del Islam, los árabes la denominaban Iyyu(h). En los primeros años conflictivos de su dominio en la península, los árabes decidieron crear una nueva ciudad diferente a Orihuela, que los estaba traicionando. De esta forma empezaron por construir el castillo de Hellín en el año 753, desde donde iban a dirigir la política y la administración del antiguo condado de Teodomiro. En torno a sus murallas nació la ciudad.